Katia Gysling

   Dra. Katia Gysling. Fuente: https://biologia.uc.cl/

Para muchos, hablar sobre la doctora Katia Gysling es hablar sobre una de las mayores referentes contemporáneas en la investigación sobre las adicciones. Tras egresar en 1975 de la Universidad de Chile como bioquímica y continuar sus estudios en universidades norteamericanas como Saint Louis en farmacología y Yale posteriormente, ha dedicado gran parte de su vida a la investigación y formación de estudiantes de pregrado, doctorado y miembros de la red RICPA en temas relativos a la investigación básica de neurociencias y adicciones.

Estos logros, le han valido llegar a ser una de las pocas mujeres profesoras titulares de la Universidad Católica de Chile y también miembro de la Academia Chilena de Ciencias. Sin embargo, su rol docente no ha sido un impedimento para su labor investigativa, la cual jamás ha dejado de lado, siendo una de las fundadoras de la  Sociedad Chilena de Neurociencia, a la vez que ha logrado escalar en reconocimiento social y gubernamental llegando a asesorar a instituciones como SENDA y OMS en temas relacionados al uso de drogas. Actualmente es considerada una de las mayores voceras a nivel nacional en temas de neurociencias y adicciones.

¿Qué te motivó a investigar las adicciones?

La experiencia de niña viendo como el alcohol puede hacer tanto daño en las personas y darme cuenta que una persona no puede dejarlo aunque lo quisiera. Eso me hizo buscar una memoria para el título de bioquímica en el tema.

Si tuvieras que elegir ¿Cuáles serían tus dos hallazgos científicos en esa área?

El primero sería el que tuve en una rotación del doctorado, en un laboratorio de electrofisiología observé que la morfina disminuía la actividad de unas células muy activas en el área del tegmento ventral y al mismo tiempo, las neuronas dopaminérgicas se activaban significativamente. Me costó convencer al profesor, pero lo publicamos y es mi trabajo más citado.

El segundo son los estudio de las interacciones entre receptores y la proteína que une el factor liberador de corticotrofina, nos ha revelado que aún hay información básica del cerebro que no sabemos, ahí hay mucho por comprender aún.

¿Cómo ha avanzado la investigación de adicciones en Latinoamérica?

Bastante, en varios países latinoamericanos hay numerosos y muy productivos investigadores en el área de la adicción.

¿Qué falta para que los avances que has hecho se incorporen a las políticas de prevención y tratamiento en Latinoamérica?

Un hecho muy importante que nos falta es reconocer que el alcohol también es muy adictivo y debemos considerarlo una droga adictiva. No debiera haber propaganda para el alcohol y menos dirigida hacia los jóvenes que son más propensos a cursar adicción.

A nivel Latinoamericano ¿Qué avance a nivel clínico y social destacaría?

Diría que en Chile, cuando Lidia Amarales estaba a cargo del SENDA (CONACE) y logró eliminar la propaganda de la nicotina. Excelente logro.

Para nuestro orgullo, fuiste miembro del equipo de la Organización Mundial de la Salud sobre el uso de cannabis y opioides ¿Puedes contarnos sobre las gestiones y avances de ese equipo para la organización en salud pública de Latinoamérica?

Tengo que reconocer que fue una experiencia muy interesante participar en el Comité de expertos en drogodependencia de la OMS, donde aprendí más que lo que pude aportar, ya que se revisaban las regulaciones internacionales y se discutía como evitar los problemas muy serios con el consumo de algunas sustancias en el mundo y con el mercado ilegal de drogas.

El legado de la doctora Gysling 

Además de sus logros profesionales, su labor como docente y científica ha inspirado a decenas de alumnos ahora egresados, quienes gracias a ella basaron sus estudios posteriores en temas de adición y neurociencias. Entre ellos, se encuentra su ex estudiante y actual miembro RICPA, doctor José Antonio Fuentealba, “como docente me dejó muy marcado su filosofía de que «toda instancia es una oportunidad de aprendizaje» reconoce.

Otro de sus alumnos fue el doctor Ramón Sotomayor-Zarate, quien estuvo con ella en sus cursos teóricos-prácticos de farmacología, también como tesista de pregrado y becario postdoctoral. Al respecto, Katia fue para él un modelo a seguir no solo como profesional sino como mentor y tutor ahora que también ejerce la docencia “no solo nos impresiona su carrera como científica sino su extrema humildad, que es una lección constante en nuestro quehacer como académico e investigador” señala.

Otra de las voces en agradecimiento a la labor de la doctora Gysling es por parte de la doctora Paola Haeger. Para ella, su labor fue determinante al inspirarla en sus propias investigaciones “Ella me transmitió su energía, rigurosidad, responsabilidad y compromiso por trabajar en un área tan demandante como ésta. Aún más, teniendo barreras tan fuertes como la económica para hacer investigación y para poder generar conciencia social sobre la problemática” destaca.

Finalmente, Estela Andrés, colega suya por más de 20 años destaca su optimismo y alegría a pesar de la adversidad y su innegable contribución a la ciencia chilena “Trabajó primero que nadie en el lecho de la estría terminal (BNST) midiendo noradrenalina. Puso en el mapa de la investigación el BNST”.

Todo esto refleja que la Dra Katia Gysling es muchísimo más que una excelente neurocientífica cuya forma de trabajar y enfrentar la vida ha calado hondo en cada persona que la conoce y un orgullo para sus estudiantes y colegas.

Entrevista realizada por la Dra. Paola Haeger y Rodrigo Gallardo, estudiante de periodismo U de Chile.